Política de Chacumbele en la situación actual

por | Ago 19, 2018 | Actualidad

Muchas veces la cultura popular hace suyas más que simples expresiones, moralejas que se han transmitido de generación en generación, aprendizajes y experiencias colectivas que suelen transcender el conocimiento de los específicos hechos y contexto que les dieron origen.

Así tenemos expresiones y su contenido como las de “echarle pichón”, recoger los “macundales” o los “corotos” y así hasta la idea de “halar” o más culturalmente cercano “Jalar”… sea “bola” o “mecate”, todas ellas dentro de tantas otras alocuciones que sin que sea necesario el examen de su génesis entendemos e interiorizamos a plenitud su carga y dimensión moral.

Pues existe una expresión que si bien no tan utilizada como las anteriores, claramente nos ilustran en cuanto a la responsabilidad consecuente de decisiones y acciones, muy particularmente la indemnidad de aquellos ajenos a tales actos.

Hizo como Chacumbele, él solito se mató”

Sumamente interesante son los hechos detrás de las historia del tal Chacumbele quien no obstante fue un personaje real, la difusión popular de su personal tragedia que le llevó a quitarse la vida hizo que transcendiera el personaje verdaderos a la idea general de que cada quien ha de asumir la responsabilidad y consecuencias de sus acciones.

No entraremos a desarrollar las literales vueltas y peripecias de Chacumbele en Cuba y los hechos que desencadenaran en “matarse el solito”, historia que es recomendable buscar por simple conocimiento general, pero si nos es de interés señalar que como dice la canción sobre la cultura popular “tiene amigos a montones, pero en ella se cuelan zorros y camaleones”, por lo que cuando se hace referencia a Chacumbele, puede que no sea uno solo, sino varios, tanto del grupo de los zorros como de los camaleones.

Hace pocos días, pero es una práctica usual que observamos y padecemos desde hace ya casi dos décadas que decisiones y acciones de deleznables e infames personajes han llevado a Venezuela a un total despaís, a un verdadero estado fallido, instaurándose incluso un verdadero apartheid político, acciones que no solo pueden referirse como suicidas, sino perfecta y técnicamente patricidas, fraticidas, ecocidas y hasta genocidas.

Ya es hora de que aquellos ajenos sigamos corriendo las fatales consecuencias y efectos de las decisiones y acciones de los peores y más viles personajes que alguna vez hayan pisado tierra venezolana generando muerte, diáspora y miseria, incluso considerando los contextos, de mayor gravedad que los causados por por el tirano Aguirre o el Urogallo Boves: La llamada revolución bolivariana o socialismo del siglo xxi como se denominan, ya se se constituye como la peor peste que haya azotado lo que queda de país, la realidad material así lo demuestra, y no hacer nada al respecto no nos hace sino cómplices.

Debemos entender que esto no es un tema dicotómico entre agentes de gobierno y de oposición, ya que ambas posiciones a estas alturas del daño tienen gran responsabilidad, la llamada oposición en ciertos asuntos incluso mayor; es un asunto de sociedad civil a la que se le debe la poca institucionalidad que existe; esta ha de ser una lucha genuina y espontanea, en cada espacio, de la civilidad frente a la barbarie, la honradez frente al pillaje, la venezolanidad frente al venezolanaje, no podemos matarnos nosotros mismos como lo estamos haciendo frente a la comunidad internacional, y peor aún, frente a nuestros propios hijos.

Chacumbele no somos todos.

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