Por: Igor Cuotto Arellano*
Anteriormente escribí sobre como los jefes de gobierno y de Estado han respondido a esta pandemia COVID-19 y puntualizaba los errores que han cometido en no diferenciar los problemas técnicos con los retos adaptativos y quiero explicar estos términos.
Los Problemas técnicos son aquellos que gracias a nuestro conocimiento y experiencia los podemos identificar y así con ese conocimiento también saber cómo prevenirlos, abordarlos para solucionarlos, ejemplo si a Usted le duele la garganta puede pensar inmediatamente que tiene un infección y empezar a tomar antibióticos y tal vez no se curará ya que sufría era de un virus y por lo tanto al Usted no tener el conocimiento y la experiencia para identificar el problema hizo un mal tratamiento, cosa que no le hubiera pasado al médico, entonces el problema técnico (el virus) tiene una solución técnica (liquido, reposo, acetaminofén), una receta a seguir. En cambio los retos o problemas adaptativos son otra cosa, y sigamos usando la salud como materia de ejemplo, si Usted va al médico y le diagnostica este con diabetes el médico le dirá que no hay cura para ello, que La solución está en que Usted entienda que de ahora en adelante su vida será distinta, ya no podrá tomar y comer lo que quiera, el médico le explicará que su vida ha cambiado y que tiene que aceptar esta nueva realidad y generar unos cambios para adaptarse y salir exitosamente librado pero que el trabajo no lo hará él sino que le toca a Usted , que el éxito o no de su nueva condición de salud depende solo de Usted y aquí no necesitamos al médico científico sino al médico líder que me pueda estimular a llevar adelante estos cambios, que me indique como hacerlo y que me explique cuáles son las amenazas que enfrentaré pero que el estará conmigo, allí acompañándome para orientarme.
En el mundo con esta Pandemia estamos bombardeados de noticias, de expertos de la salud y todos dicen casi lo mismo de cómo hacer frente a esta Pandemia pero vemos que los llamados líderes de los países y sus jefes de gobierno como que no se ponen de acuerdo, hay un consenso en el mundo científico “de la receta” para evitar que el COVID-19 se propague más pero no así en el plano de las autoridades. ¿Por qué pasa esto?, ¿Por qué cada Presidente hace lo que crea y no hace caso a los técnicos? No hay una sola respuesta, hay varias incluso y yo daré o trataré de dar una desde la visión del ejercicio del liderazgo o de la posición de autoridad.
Cada país es diferente uno de otro, no solo por su aparato de salud sino por sus costumbres, sociedades, sistema económico y estas diferencias hay que tomarlas en cuenta. El primer problema es que nadie que esté en una posición de liderazgo lo quiere perder o al menos no quiere morir crucificado y más cuando su posición depende del apoyo popular. Lo anterior hace que la persona que detenta el liderazgo, el que nos debería decir que comer y cuando comer no nos lo quiere decir porque si lo hace esto será antipático y no bien recibido por Usted y por ende este líder empieza a modificar las recomendaciones de que hacer para que Usted siga viéndolo como un buen líder, incluso puede terminar diciendo que él se encargará de todo.
Hay que agregar a lo anterior que normalmente la gente confunde si tienen al frente un problema técnico o un problema adaptativo y al no poder diagnosticar correctamente el tratamiento es desastroso.
Cuando el líder tiene que decidir entre seguir siendo popular y aceptado y hacer o imponer el trabajo adaptativo normalmente prefieren hacer lo primero que lo segundo, pero además prefieren darle una solución técnica a un reto adaptativo. Cuando a Donald Trump, Bolsonaro, Sánchez, AMLO y otros tantos se le advirtió de los posibles efectos del COVID-19 lo más fácil era no solo negarlo y cuando llegó en vez de aplicar la solución técnica recomendada de una vez entonces empezaron a dosificar las medidas que tenían que tomar, medidas todas técnicas (si Usted dosifica la sal y no sigue la receta el plato o le queda salado o le queda desabrido) y que tenían que venir acompañadas con un discurso persuasivo para que la gente entendiera su nueva realidad y aceptar no solo la solución técnica sino también para que la gente fuera “dócil” ante el reto adaptativo que enfrentaba. No lo hicieron y prefirieron seguir en el mar de la negación y que el problema apareciera y allí empezar a imponer desde su posición de autoridad las soluciones técnicas para evitar propagar el virus, pero esto tampoco se hizo totalmente porque la popularidad estaba en juego y más allá porque la población, las empresas, las instituciones no estaban preparadas a lo que venía, no sabían ni que y por lo cual ahora viven una pesadilla no solo por no haber aplicado la solución técnica a un problema técnico sino porque cuando tuvo que persuadir, explicar que había una nueva realidad a la población para que la aceptara y por lo tanto “el tratamiento” a esta, no se hizo a tiempo por miedo al costo político.
Como lo dije en otro artículo, a Sánchez en España o a Conte en Italia o a Bolsonaro en Brasil, el negarse a aplicar una solución técnica a un problema técnico oportunamente se les convirtió en un problema social, la sociedad no sabe qué hacer, más allá de quedarse en casa, pero no saben que viene después, no los ayudaron a prepararse para lo que venía, las instituciones nacionales y supranacionales quedaron en parálisis y en vez de actuar para prevenir están reaccionando a esta Pandemia con los recursos que tienen y donde los países se pelean por los pocos recursos que hay.
Hoy en día en casi todos los países del mundo se vive una gran incertidumbre por falta del ejercicio eficiente y oportuno de liderazgo, el no haber querido ver lo que vendría, negarse a aceptar la realidad por más fea que sonara, no escuchar a los técnicos, querer darle a un problema técnico una solución adaptativa por miedo a perder popularidad, la incapacidad de tener discursos de estadistas, de darnos como sociedad tranquilidad, de hacernos sentir protegidos nos ha llevado a este caos donde cada quien hace lo que cree pertinente.
Los “líderes” no vieron o no quisieron ver más allá de lo que nosotros estábamos viendo, no hicieron una cumbre mundial por el Coronavirus, no nos prepararon ni se prepararon ellos, en conclusión no actuaron como líderes, actuaron como personas que están en una posición de autoridad como Presidentes y Jefes de Gobiernos y ahora imponen un popurrí de soluciones acompañadas de discursos que nos confunden cada vez más. Así los “lideres” fueron infectados por el COVID-19 y a nosotros también, al fin es una Pandemia y todos estamos expuestos en nuestra comunidad, negocio o familia.
Parece que la comunidad internacional necesita un líder que haga un llamado a esta para que entienda que de ahora en adelante hay una nueva realidad, donde todos estamos interconectados con o sin visa, con o sin pasaportes, con o sin muros, con o sin dinero, todos estamos en una aldea que requiere un ejercicio de liderazgo que le haga frente a esto y que podamos ver el futuro y como debemos estar preparados para ser mejores, para sacar lo mejor de esto, ser mejores como sociedad y país.
* abogado, especialista en Negociaciones Económicas Internacionales y en Políticas Comerciales, trabajó en PDVSA en la Gerencia de asuntos Internacionales, ha sido asesor de la Misión de Venezuela ante la ONU en Ginebra, Coordinador del G15, consultor en Negociaciones y Resolución de Conflictos, director de Cambridge International Consulting e instructor del Modelo de Negociación de la Universidad de Harvard, director de GRICONCA asesores en inversión alternativa y negociaciones complejas, Presidente de FUNDALIDER, ha trabajado como consultor y mediador en construcción de acuerdos empresariales y judiciales en Ecuador, Colombia, Argentina, México, República Dominicana, EEUU, Suiza, España y Venezuela.
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